El mundo laboral es un ambiente demasiado competitivo, cada día es más complicado encontrar trabajo para las personas, es por eso que muchas ven en el emprendimiento una buena forma de trabajar en lo que les gusta y ser su propio jefe, sin embargo, por una u otras razones a algunas personas les da miedo el emprender.
Es posible que no todo el mundo sea apto para el emprendimiento, ya que existe un gran porcentaje de emprendedores potenciales perfectamente capacitados para trabajar por cuenta propia; sin embargo, no dejan de poner excusas para dar ese paso.

La mayoría de los trabajadores se aferran a empleos cómodos que les aseguran una estabilidad, pues prefieren eso y no perseguir sus verdaderas pasiones.
A continuación te mencionamos los pretextos que usan los trabajadores para no emprender:
- Ser demasiado viejo: Es una especie de fobia personal y la más común de las excusas, las personas maduras tienen gran experiencia que se puede adaptar a cualquier negocio o empresa.
- Soy demasiado joven: El problema es que es complicado compaginar una actividad corporativa con el desarrollo de una carrera.
- Es demasiado arriesgado: La brecha entre empleo empresarial y el trabajo por cuenta propia se está reduciendo de forma acelerada, los empleos de tiempo completo son cada vez más escasos e improbables.

- Necesito contar con una nómina regular: No dudes en iniciar un negocio que te proporcione ingresos y crear una cartera de micro empleos y actividades, puedes trabajar de tiempo parcial mientras inicias tu empresa.
- Tengo una hipoteca: Nadie desea perder su casa o tener que mudarse y alterar la vida de su familia, si pones en marcha tu negocio con trabajo y esfuerzo puedes seguir liquidando esa deuda.
- No sé gestionar un negocio: Siempre van a surgir problemas y desafíos, y aprender a gestionar un negocio es parte de la aventura, es mejor que tratar con políticas de otras personas.
- No me gusta trabajar por mi cuenta: No es necesario que empieces solo, puedes ayudarte de amigos o compañeros y no es necesario que lo hagas en casa, puedes rentar una oficina.
- No me ha surgido ninguna idea: Piensa en los grandes emprendedores que pasaron mucho tiempo ideando su idea, la ideal es probar y comprobar si tiene posibilidades y entonces hacer los ajustes necesarios.
- No sé si serviré para eso: Nunca lo sabrás si no lo intentas. Ser bueno en lo que haces, trabajador, tenaz y honesto constituyen las bases para comenzar un negocio. La presión que supone el crear un negocio y conseguir ingresos regulares harán aflorar en ti habilidades que ni siquiera sabías que tenías.
- ¿Y si fracaso?: El fracaso también puede ser positivo porque aprenderás una gran lección, recuerda que el fracaso forma parte del proceso de la innovación y el emprendimiento.
- ¿Qué pensarán los demás?: ¿A quién le importa eso? Lo consigas o no, has perseguido tus sueños, te has dado la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades, la experiencia te puede cambiar y mejorar.
El último consejo que te podemos dar es no dudar, el iniciar un negocio o una empresa es una gran experiencia que puede terminar mal, pero aprenderás o puede terminar muy bien y así no depender de nadie más.

Fuentes: CincoDías, Forbes, EasyCodigo