Trabajar arduamente, recibir un pago por ello y ver cómo desaparece rápidamente, es el ciclo sin fin al que estamos amarrados los Godínez, pero alguna vez se han preguntado: ¿por qué soy pobre si gano bien? Hoy, les presentamos algunos de sus errores.

Finges que ahorras: Son de los que dicen: “Ahorraré cuando gane más” o “voy juntando lo que me sobra”; sean honestos y no se engañen, porque no ahorran nada. Lo mejor es destinar, desde el primer pago, una cantidad específica al ahorro, dénselo a su mamá para no estar con la tentación, o contraten un servicio extra de ahorro, adjunto a su cuenta de nómina, o algún otro medio similar.

No estás al día en tus trámites: Dejar todo para después o para cuando tengamos dinero, es una de esas características marcadas en el estereotipo nacional, que más daño nos hace, si de dinero hablamos. Revisen cuándo venció el seguro de su coche, el recibo de la luz, su tarjeta de crédito o sus impuestos. Estar al día con esa clase de pagos, les ahorra gastar de más, por cuestión de intereses y cargos extra.

 Compras sin ver: Comprar un artículo o contratar un servicio, sin haber hecho alguna comparación antes. Seguramente, esto nos hará desembolsar más dinero; no solo debemos comparar precios, también se deben tomar en cuenta las garantías, reputación de la marca e, incluso, tiempo de vida de lo que queramos comprar. Piensen dos veces antes, de este modo se ahorrarán algunos pesos.

Gastos hormiga: Uber con tarifa dinámica, Rappi para la tienda de la esquina o, Spotify para diez canciones; son gastos que podríamos evitar, así que caminen a la tienda, usen Uber Pool o, en su defecto, solo úsenlo para casos extraordinarios; y si usan Spotify u otro servicio de streaming busquen paquetes familiares y/o compartan la cuenta con alguien más. Les sorprenderá la cantidad que pueden ahorrar.

Algunos datos:

De acuerdo con la “Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015”:

• 53% de la población económicamente activa, pertenece al sector formal, mientras que el 14% trabaja en la informalidad.
• 44% de la población adulta utiliza algún producto financiero para ahorrar, contra el 56% que ahorra de manera personal.
  • 42% de las cuentas bancarias son administradas por hombres.
  • 38% pertenecen a alguna comunidad rural y son administradas por mujeres.

@AgendaGodinez