Con la llegada de diciembre, muchas personas experimentan un gran alivio tanto emocional como físico. Se acercan las fiestas decembrinas, el cierre del año y, con ello, un momento propicio para descansar y convivir con la familia. Los godínez no son la excepción: esta época suele ser ideal para hacer un balance de todo lo vivido durante el año.
A esto se suma un incentivo importante para los trabajadores: el aguinaldo. Sin embargo, aunque todo parezca miel sobre hojuelas, para muchos esta temporada no resulta tan positiva como aparenta. Para algunos empleados, diciembre es sinónimo de estrés, debido a la presión por concluir pendientes y “cerrar” el año laboral antes de tomar unos días de descanso.
De acuerdo con un estudio realizado por el sitio ZonaJobs, entre más de mil profesionistas, el 52 % de los empleados experimenta estrés en esta etapa del año.
Estrés y emociones al cierre del año laboral
El estudio señala que durante esta temporada es común que los trabajadores presenten ansiedad, desánimo, mal humor y un aumento en los errores laborales. Ante este panorama, se recomienda que las empresas organicen un calendario claro, para que los colaboradores sepan qué objetivos deben cumplirse antes de fin de año y cuáles pueden postergarse para fechas posteriores.
Otro punto clave es evitar reforzar la idea de que el “fin de año” implica necesariamente cerrar todas las tareas pendientes. La ansiedad no debe trasladarse de la empresa al empleado, ni viceversa. Algunas acciones que pueden ayudar a reducir el estrés laboral en esta época son:
- Definir bonos ligados al rendimiento de fin de año.
- Ofrecer la posibilidad de tomar medio día para atender asuntos personales.
- Implementar horarios flexibles.
- Organizar celebraciones de fin de año dentro de la oficina.

Un balance personal antes de cerrar el año
Para los colaboradores, también es recomendable aprovechar esta temporada para hacer un balance personal: identificar intereses, expectativas y objetivos, así como aprender a jerarquizar las problemáticas que deben resolverse. Acercarse a los superiores para aclarar prioridades puede ayudar a evitar la sobrecarga de tareas.
Conviene recordar que “es mejor desempeñar de manera efectiva lo más importante, que intentar abarcarlo todo al mismo tiempo”.
Para lograr un cierre de año más consciente y saludable, te proponemos esta checklist emocional:
- ¿Cómo estoy realmente?
Date permiso de sentir sin juzgarte y reconoce tus emociones. - ¿Qué necesito soltar?
Culpas, expectativas poco realistas o presiones innecesarias. - ¿Qué quiero agradecer?
Haz una pausa para reconocer lo que sí funcionó este año. - ¿Qué límites debo reforzar?
Identifica dónde te excediste y dónde necesitas proteger tu energía. - ¿Qué deseo priorizar para mí?
Elige un enfoque emocional para recibir el próximo año con intención.
Cerrar el año con equilibrio
Todos queremos cerrar el año de la mejor manera posible, y para lograrlo es importante estar bien tanto física como emocionalmente. Aunque para algunas personas este proceso puede resultar más complicado que para otras, con reflexión y autoconocimiento es posible avanzar, soltar lo necesario y comenzar el nuevo año con una actitud más clara y positiva, tanto en lo personal como en lo laboral.
Fuentes: