Por: Luis Godínez
Viernes, el día preferido por todos los Godínez. Como ya es bien sabido, no hay nada que proporcione tal grado de felicidad absoluta que este preciado día y no, no estoy exagerando amigos. Para todos los que somos Godínez y para los que no, es bien sabido que hacemos de todo para que la maldita semana se pase lo más pronto posible y llegue el viernes.
En lo oficina presumen con Zamarripa y con el de contaduría todo lo planes para el fin de semana y ¿por qué no? ya hay plan hasta para el viernes en la noche porque se lo merecen después de todo el desmadre que hubo en la oficina esa semana. Así llega el jueves y cuando salen a fumar en su pequeño descanso no se habla de otra cosa sino de lo que pasará el siguiente día. Si amigos todo es risas y diversión, al viernes llegan con buen ánimo y saludando a todos los que pasan a su lado. A eso de las 5:00 pm reciben una llama del “amor de su vida” y madre de sus hijos diciendo que su mamá los invitó a cenar en la noche, no queda nada que hacer, así de simple es como se puede acabar la felicidad y es algo demasiado efímero. Ya no importa nada, nuevamente van con esos compañeros que esperan felices para decirles que siempre no podrán acompañarlos. Pero no se preocupen están esos 4 viernes al año en los que todo sale perfecto y eso es más de lo que se puede pedir.
La vida es muy injusta para aquellas buenas personas que trabajan arduamente, pero bien dicen que la recompensa llegará algún día… Sigan esperando.