Todos hemos escuchado la frase que dice: “Nadie aprecia lo que tiene hasta que lo pierde”. Y admito que la mayoría de las veces es lo que menos queremos escuchar, amigos, y en este caso, es igual. Pero por eso estoy aquí, para recordarles lo diferente que hubiera sido su vida de haber apreciado y, sobre todo, aprovechado el tiempo que tenían, antes de que entraran a trabajar.
Y es que ahora, irónicamente, tienen dinero (después de años de ahorros y deudas pagadas), pero lo que más les falta es tiempo para poder desquitar esas horas, que se pasan trabajando y es que, al parecer, es justo en este momento de tu vida cuando todo conspira, empiezan a surgir planes y viajes, en los que, desafortunadamente, te tienes que hacer un lado, porque tienes el compromiso y deber con tu empresa. El dinero se lo tienes que dar a tu familia, porque ellos sí tienen que tener esa bonita experiencia y conocer el mundo… O parte del país al menos.
Así que esto va dedicado para ustedes, que apenas van entrando a esta hermosa etapa de sus vidas: la laboral. Si alguna vez prefirieron pasar su día en el sillón viendo la tele, y no aprovecharon para ir a otro lado, bueno amigos, difícilmente lo harán porque esta vez estarán cumpliendo con su deber, haciendo el reporte en la oficina.