Todos queremos trabajar en lo que siempre hemos soñado, esa es una de nuestras principales metas o al menos el de la mayoría. Cuando empezamos nuestras búsquedas de vacantes y mandar nuestros currículums nos damos cuenta que nada es lo que parece y nuestros sueños se derrumban poco a poco y de una manera dolorosa, así es amigos, nos damos cuenta una vez más que la vida se vuelve más dura.
Conforme pasa el tiempo conseguimos un trabajo, pasa el tiempo y así como también pasan nuestros gastos de ser pocos a demasiados y llega a ti un nuevo sufrimiento, el final de la quincena esos días en que tienes que intentar no gastar dinero, en prácticamente todo porque si no lo hacemos estaremos hundidos en deudas y jamás volveremos a ver la luz. Así que ante esta situación nos convertimos en una versión de Gollum sólo que en vez del anillo, nosotros tenemos dinero.
Volteamos toda la casa en busca de algún billete que se nos pudo haber caído, revisamos en las bolsas de las chamarras y pantalones, tratamos de recordar si de por casualidad le prestamos dinero a alguien, en fin, intentamos conseguir dinero de donde sea para llegar al día de pago lo más decentemente que se pueda.
Así que no se vuelvan locos comprando todo, invitando a todos justo después que les hayan depositado, hay algo que se llama ahorrar amigos y si ustedes se sintieron identificados, bueno pues no sería mala idea que ahorraran un poco de dinero.