A primera vista, godilectores, podría resultar obvia la respuesta a la pregunta del título, bueno, obvia en dos sentidos, pues habría un bando que dirá “sí, totalmente” y otro que optará por el “no, ya es cosa del pasado”. Sin embargo, justo por eso es que el tema del sexismo sigue siendo relevante hoy en día, mucho más si hablamos del entorno laboral.

El asunto con el sexismo es sencillo y vamos a partir de ahí, está arraigado en el imaginario cultural de muchos grupos humanos, en distintos países, distintas clases sociales, siempre igual, el sexismo está arraigado en nuestro imaginario porque emana del pensamiento patriarcal imperante.
Ahora bien, godilectores, pensemos en cualquier situación que se les ocurra en una entrevista laboral, por ejemplo, los tipos de preguntas que se hacen. Estamos seguros de que las perspectivas van a variar, todo dependerá de si le preguntas a un hombre o a una mujer.

Los hombres pueden ir sin más a la entrevista, con el CV ya en la bandeja de entrada del correo del entrevistador, la imagen impecable, puntuales, etc. Ahora, tenemos la misma situación, pero desde la perspectiva de una mujer, seguro que muchas cosas cambian, sobre todo, que los hombres no tienen que lidiar con preguntas sexistas relacionadas a sus capacidades, e incluso, sobre su vida privada.
Para entenderlo mejor, pensemos en esto, a un hombre pocas veces le preguntan en una entrevista sobre sus planes a futuro, si piensa tener hijos, si piensa casarse, preguntas sobre su imagen y demás, a una mujer sí, es más usual que se enfrenten a este tipo de cuestionamientos que pasan de lo profesional y se instalan en el ámbito de lo individual.

Puede que las preguntas o comentarios sexistas sean realizados conscientemente o sin darse cuenta, puede ser que los realicen hombres o mujeres indistintamente, pues, aunque no lo crean, el sexismo también es internalizado por las mujeres, pero siendo realistas, son los hombres quienes lo replican con más frecuencia.
El sexismo solamente quita oportunidades a las mujeres, les roba la oportunidad de demostrar que son capaces de realizar todas las actividades que se esperan desempeñe una persona en uno u otro puesto.

El pensamiento patriarcal sexista también permea en los tipos de imagen que se espera tenga una mujer para un puesto, e incluso, los tipos de carreras y estudios que son más “adecuados” para ellas. ¿Ven ahora el problema?
Podríamos cambiar estas situaciones si tan sólo pensáramos en el mero desenvolvimiento laboral, en las metas, en los compromisos y nivel de profesionalidad de las personas, dejando de lado su sexo, orientación sexual, procedencia o religión que profesa.

Nuestro entorno ya es lo suficientemente duro como para hacerlo más complejo con cientos de etiquetas, de prejuicios y actitudes que no benefician a nadie en realidad.
Pensemos en esto, cambiemos a las próximas generaciones, enseñémosles que el sexismo puede estar arraigado en nuestro entorno, aunque no lo percibamos, nuestro imaginario cultural ha sido así por mucho tiempo, por eso no se nota a simple vista lo que está mal. Necesitamos un cambio, el futuro nos espera libres de prejuicios, estereotipos y barreras para quien quiera hacer una carrera profesional.
Fuentes:
Expansión Mujeres, “¿Por qué seguimos oyendo preguntas sexistas en las entrevistas de trabajo”, [Fecha de consulta: 12/05/2022]. En:
Mi Trabajo, “Te explicamos qué es el sexismo en el trabajo y sus consecuencias”, [Fecha de consulta: 12/05/2022]. En: