Todos los seres humanos tenemos necesidades básicas y una de ellas obviamente es comer pero siendo un ejemplar Godínez esto puede convertirse en un reto o en algo que solías hacer con calma y placer, pero que de eso solo tienes el recuerdo, y estas no son palabras al aire queridos amigos, lo está diciendo la voz de la experiencia.

Y es que no me dejarán mentir que encontrar lugares donde ingerir tus sagrados alimentos no es algo tan difícil en nuestra bella ciudad pero debes elegir el lugar adecuado cuidadosamente porque nunca sabes cuando esos deliciosos tacos que con tanto gusto devoras pueden estar elaborados de la carne de aquél perrito que se te perdió la semana pasada.

Tampoco olvidemos a nuestros compañeros que llegan a nuestro amado lugar de trabajo con el desayuno oloroso que no les dio tiempo de comer en su casa, y en este caso pueden pasar dos cosas: o se te antoja o te da asco y te aguantas las ganas de tener una seria conversación con esa persona. Recuerda que si no tienes un compañero así, entonces el que aromatiza el lugar con sus alimentos eres tú, además esto da paso a otro mal Godínez, el tan comentado sobrepeso que preferimos llamar “estar pasados de sabrosos”, pero esa ya es harina de otro costal.

Sea la situación que vivas puedes optar por otras opciones, como levantarte más temprano y desayunar en tu hogar como es debido y en el caso de la hora de la comida, ir a un establecimiento del que al menos no tengas sospechas sobre la procedencia de los ingredientes sin que rebase tu presupuesto semanal, o cocinar en tu casa, pero ¿para qué nos hacemos?, ambos sabemos que no lo harás.