La quincena es eso que nos devuelve el alma, cada que pensamos que ya no tenemos una, sabemos que nos puede pasar de todo en esos 15 días. Y la proximidad de la quincena, nos devuelve un poco esa felicidad que teníamos, cuando entramos a trabajar a la oficina.
Y es justo en este día cuando todo mundo empieza a hacer planes sobre, a dónde se irán el fin de semana; pero si la quincena no cae en viernes, ¡olvídense amigos!, para el fin ustedes ya no tienen nada. Empiezan a buscar el precio y el lugar en donde se encuentran las cosas que tanto necesitan, desde hace más de tres quincenas (sea lo que sea), pero recuerdan que tienen deudas y que hay que pagarlas, y nuevamente se quedan sin comprar nada. Para aquellos afortunados que conocen lo que es ser padre de unos hermosos niños, ya ni se acuerdan cuando fue la última vez que se compraron algo para ellos y, sí, esta quincena no será la excepción, por que el niño necesita zapatos nuevos, y la niña tendrá una presentación de ballet, y hay que comprarle todo nuevo. Cada caso es distinto amigos, están los que tienen deudas, cumpleaños, comidas familiares, emergencias, etcétera, etcétera.
Aquí ni siquiera aplica el: “Si te sientes mal, piensa en fulanito, que la está pasando peor que tú.” Prácticamente, todos están igual. En fin, amigos, me despido esperando que su suerte cambie pronto.
Agenda Godinez 