Soñamos todos con ir al otro lado del charco, conocer el primer mundo, saber de él y, ¿por qué no?, ligar o intentar mejorar la raza; pero ¿que dirían si la CDMX y la ciudad luz (París) fueran gemelas perdidas? “Huffpos Travel”, uno de los medios más importantes en el mundo del turismo, hace una recomendación para visitar una ciudad europea, sin tener que hacer un viaje intercontinental. Acá les contamos cómo fue.
La mezcla de estilos arquitectónicos que decoran la urbe más grande el mundo, guarda una estrecha relación con “las Europas”, y es que, gracias a Don Porfirio Díaz, podemos encontrar, desde edificaciones coloniales, pasando por lo gótico, el barroco e, incluso, la modernidad del art decó o lo minimalista. Dense una vuelta por La Condesa, La Roma o el Zócalo, para admirar estos estilos.
Sucheta Rawal, autora del artículo, hace una gran referencia a la identidad histórica de la ciudad, pasando por las diferentes referencias culturales que se concentran aquí, provenientes de todo el país; la ciudad tiene ese no sé que, que qué sé yo, que la hace única. Así, Scheta remarca la transición histórica que ha tenido la Ciudad de México, entre el siglo XIX y el XX, que formaron una nueva historia para esta gran urbe. Un punto más para la relación existente entre México y Europa.
Sin lugar a dudas, la Ciudad de México es un lugar que no le pide nada a las capitales del primer mundo, desde museos con temáticas infinitas, arquitectura que mezcla la modernidad con el pasado, gastronomía que no deja nada fuera del menú, e incluso inventa nuevos; nuestra amada y odiada CDMX tiene bien ganado el apodo de París 2.0.