“Aquí es como tu segunda casa”; así siempre nos reciben cuando llegamos a una nueva Aldea Godínez, cosa que no es del todo cierto, porque ir al baño es de las actividades más difíciles de hacer en la oficina. Por esta razón, les dejamos algunos tips para sobrevivir en esta misión.
Las horas pico: Tengan en cuenta las horas de entrada, comida y salida; estos son los horarios más complicados para ir al baño, sería algo así como tratar de cruzar la calzada Zaragoza en hora pico; súmale que todos pasarán a darse un retoque, tipo peinarse, lavarse los dientes, maquillarse y demás cosas.
Aguántate los chismes: No porque sea el baño, significa que las paredes no hablen, al contrario, tienen más eco, y ese pequeño chisme que le compartieron a alguien, mientras se lavaban las manos o esperaban su turno, lo habrá escuchado alguien más.
Disimula: Piensen detenidamente antes de entrar corriendo al trono, no saben quién puede estar en el privado de al lado, o peor aún, quién pueda entrar después de ustedes, y escuchar algunos de esos sonidos incómodos.
Agudiza tus sentidos: Ya dentro del baño, todo ruido es fundamental para sobrevivir al punto anterior; si es que quieren salir de este asunto, limpios, deberán poner atención al exterior y, claro, esperar a que no haya nadie.
Evita los daños colaterales: Antes de salir del baño, respiren (no muy hondo), tranquilícense, traten de salir lo más normal posible, repitan el siguiente mantra en su cabeza: “Todos somos iguales a la hora de terminar el proceso digestivo”.
Regla de ORO: En el baño se pierden los modales, ni antes ni después, saluden a alguien de mano, recuerden que ese lugar es más frágil, que las figuritas de porcelana que tiene su mamá en la vitrina.
Esperamos que este manual les sea de utilidad y lo recuerden siempre; compártanlo con sus compañeros. Si conocen otras reglas para este manual, no olviden dejarlas en los comentarios.