La gran CDMX tiene mil y un formas para transportarnos de un lado a otro, y de entre todas ellas, el microbús es el más usado y odiado por casi todos; pero, ¿qué historias esconde un microbús? Encontramos una y hoy se las platicamos.
En un día normal un chofer de microbús debe trabajar entre 13 y 15 horas promedio, para sustentar a su familia; encontramos la historia de Gustavo Reyes, quien, además de ser chofer, también trabaja como checador en una parada de microbuses, función por la que apenas recibe una propina de entre 5 y 10 pesos. Un trabajo que tal vez no suene muy complicado, anotar la hora y el número de unidad que pasa por ese lugar, para comunicar al resto de choferes la distancia y tiempo entre uno y otro; para de ese modo distribuir el pasaje; sin embargo, debe levantarse a las 4:30 am –ahora si no suena tan sencillo ¿verdad?–.
Son las 9:00 am y Gustavo debe ir al paradero en donde comenzará un segundo turno como chofer de microbús, después de 20 años conoce los días con alto flujo de pasaje y los días malos, tales como las temporadas vacacionales. Busca entre los carriles un espacio para alcanzar un pasajero, todo, sin mucha precaución; actividad que, en sus palabras, se traduce:
“Aquí, si no generas, no ganas. Hay que tener hambre…”
El dinero generado de sus horas de trabajo será destinado para la manutención de su familia, que depende enteramente de él, sin seguro de vida o alguna otra prestación, Gustavo sabe que debe trabajar 12 horas, para entregar la cuenta al patrón y cobrar un sueldo al día. Él nos dice:
“Los choferes tenemos prohibido enfermarnos, si no, no come tu familia.”
Una de las grandes molestias que causan lo microbuses en el tránsito, son sus faltas al reglamento y sus arriesgadas maniobras para entrar y salir de los distintos carriles; tomemos en cuenta que en un día, ellos pueden alcanzar entre tres y cuatro salarios mínimos; cantidad que apenas alcanza para “mantener” a una familia y pagar gastos.
«Si sabes que no vas cumpliendo con tu cuenta, tienes que generar», así Gustavo concibe aquello de las maniobras casi suicidas, de pasar del carril de extrema izquierda al de derecha.
Ahora, con las propuestas del Jefe Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para quitar las concesiones del transporte público, los choferes como Gustavo se enfrentan a un problema que desembocaría en perder su fuente de trabajo y sustento.
Después de esto, ¿aún mantienen sus molestias contra los microbuses?
- Con información de Vice México.
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