Se dice que debes mantener cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos; pero qué pasa cuando no puedes mantener cerca a ninguno de los dos; y es que, si mantener una amistad fuera de la oficina es complicado, hacerlo dentro lo es aún más.
Les contamos cinco hábitos que hacen que las personas se alejen de nosotros.
Eres negativo. Todos tenemos un lado obscuro, que suele hablar de cosas pesimistas, quejarse de todo o incluso siempre estar de malas, pero hay para quienes esto, es parte de su estado de ánimo. Característica que a nadie le gusta, –a menos, claro, que sean muy darks– y por la que seguro nadie les habla. Solucionarlo puede sonar sencillo, sólo dejen de hablar sobre cosas negativas y vean el lado positivo de las situaciones; les recomendamos encontrar su sentido del humor, seguro harán nuevos amigos, y los que tienen estarán más cerca de ustedes.
No dejas de hablar. ¿El término merolico se les hace conocido?, en todas partes nos hemos de encontrar a alguien que no para de hablar, y aprovecha los minutos de silencio, para pensar qué más queremos saber de su vida –así como el jefe cuando nos cuenta sobre sus vacaciones–. Hablar sin dejar que otros lo hagan, es un defecto que nos hace desagradables al mundo, por lo que no se sorprendan si nadie les habla. Dejen de hablar y comiencen a escuchar.
Eres distraído. No escuchar a los demás está mal, pero no ponerles atención es peor. Todos tenemos problemas y mil cosas en qué pensar, las cuales podríamos decir, son más importantes que el resto del mundo; poner la debida atención a cada persona durante el día, es una muestra de buenos modales y nos da una vista más amistosa con los demás. Dejen de creer que sus problemas son el centro del universo.
Eres condescendiente. No den consejos cuando nadie se los pida, u opinen de cuestiones a las que nadie los ha llamado. Imaginen que están en la oficina y alguien ha cometido un error, que de alguna manera los involucra, lo correcto es ayudar a esa persona, si es que se los solicita; pero si por el contrario, van por voluntad propia a recordar lo buenos que son, eso solo hará que pierdan una amistad. No son la última maravilla del mundo y no todos creen en sus habilidades.
No eres sincero. Hay que dejar claro que, una cosa es ser sincero, y otra un bocazas; ¿son de esos qué dicen: “si me permites ser sincero”?, demuestra que nunca lo han sido, o si por el contrario dicen “sin ofender” es que seguramente ese comentario va a ofender a alguien más. Ser sincero implica saber cómo y cuándo decir las cosas, tomen en cuenta que no todos comparten su sentido de honestidad.
¿Qué podrían decir sus amigos de ustedes?