¡Los Godínez dominaremos el mundo! Una promesa que estamos a punto de cumplir, nosotros estamos ya en todos lados, tanto que tenemos un lugar especial en el cine y la televisión.
Hoy hablamos de algunos de esos ejemplos.
Gutierritos. El precursor de los Godínez; allá en 1958 existió una telenovela protagonizada por Ángel Gutiérrez, un oficinista bonachón y trabajador, pero del que todos abusan, desde su esposa, hijos, compañeros de trabajo, hasta su jefe; este último lo apoda como Gutierritos. Así entonces eran conocidos todos aquellos que laboraban en una oficina.
Peritos. La contraparte de Gutierritos fue Peritos; desobligado, divertido y siempre con una excusa para llegar tarde o salir temprano del trabajo; Peritos, el mejor ejemplo de la burocracia, un personaje clásico de la televisión humorística.
Mi secretaria. Si las damitas Godínez también figuraban en aquel mundo del entretenimiento familiar. La protagonista era Lupita, una secretaria que trabajaba en la agencia de publicidad: Vito Gambito & Cía; el programa tenía personajes y situaciones del mero ambiente Godínez, chismes, pendientes, malos entendidos y demás. Sin duda el predecesor de The Office.
Jack Arnold. El papá en «Los Años Maravillosos», todos recordamos a este personaje como un ejemplo de vida, y en algunas ocasiones tomamos sus consejos para solucionar algún problema, pero lo que lo hace especial, es que Jack Arnold dejó su trabajo de oficina, para centrarse en su negocio de carpintería.
William Foster. ¿Cuánto estrés puede aguantar un Godínez? William Foster, es el protagonista de la película llamada «Un día de furia»; el filme nos relata un día de furia en la vida de un Godínez común, y el catastrófico resultado de no liberar la tensión.
El narrador. Si de un colapso mental hablamos, hay una película que no podemos dejar pasar: El club de la pelea, un filme de culto en el que el personaje principal parece ser alguien que vive detrás un escritorio en un reducido espacio. Más allá de la joya de película, podemos apreciar el fatídico estado de un Godínez estresado.
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