Las empresas aún no terminan de adaptarse a las necesidades que los millennials requieren para poder trabajar, cuando ya tienen que pensar en qué es lo que la Generación Z va a necesitar.
En un estudio realizado recientemente, se muestra que los jóvenes que aún se encuentran en los últimos años de preparatoria y primeros de la universidad, están dispuestos a pasar más tiempo y más días en el trabajo, a cambio de una muy buena remuneración; cosa que los millennials no aceptarían ni de broma, ya que ellos prefieren tener tiempo libre y de recreación, aunque esto signifique tener un salario más bajo.
Según las encuestas realizadas por Monster Worldwide, empresa de búsqueda de empleo, entre más de dos mil personas encuestadas, el 58% de los miembros de la Generación Z dijo que iría a trabajar por la noche y los fines de semana, por un salario mayor, en comparación al 45% de los millennials, el 40% de la Generación X y el 33% de los baby boomers.
Se puede relacionar esto con la libertad que esta generación tiene, en comparación con sus antecesores, ya que aún no tienen responsabilidades de hijos o deudas que pagar, además que la forma de relacionarse y sus prioridades son diferentes a las del resto de la población.
Aunque los “zetas” consideren una mejor remuneración a su trabajo, no quiere decir que no estén interesados en aportar algo con su labor, pero sí lo ubican como un factor menos importante; contrario a los millennials que sienten mayor satisfacción al sentir que han aportado algo significativo con su trabajo.
El 70% de los encuestados dijo que su principal prioridad son los seguros médicos, seguidos por salarios competitivos, un jefe al que respeten, margen para crecer y permisos parentales.