El concepto de “zona de confort” nace en los años veinte con la expresión popular en inglés ‘out of my comfort zone’ en español ‘fuera de mi zona de comodidad’. Esta expresión se originó para referirse a la imposibilidad de ejercer un cargo o trabajo, por estar fuera de su zona de confort o área de conocimiento.
La zona de confort, en términos de la psicología, es una zona mental donde no se tiene sentido de riesgo. Es un estado o lugar, que los psicólogos recomiendan si es necesario controlar situaciones de estrés o desorientación.
En el área laboral, la zona de confort es un lugar mental limitativo. Como es todo lo que ya conoces y dominas, como hábitos, rutinas, actitudes y comportamientos, todas esas cosas que podrían limitar el conocimiento o el emprendimiento de nuevas cosas.
Para convertirte en un emprendedor, se sugiere salir de la zona de confort y de esta forma llegar a la siguiente zona de aprendizaje donde se observa, experimenta, compara y se aprenden situaciones y cosas nuevas. En esta área están los viajes, conocer nuevas personas, probar una nueva comida, entre otras cosas.
Al saltar de una zona menor a una mayor, significa que ambas se expanden, por lo tanto, la zona de confort se haría más grande y más tolerante. Además, lo aprendido anteriormente, se acumula y no se pierde.
Después de la zona de aprendizaje existe la zona desconocida o la zona de pánico. Es la zona donde estarían los sueños. Para llegar a la zona mágica se deberá ir más allá de lo desconocido.
Se recomienda que, para transformar la zona de pánico en una zona de magia, es necesario que la tensión emocional que genera miedo sea más débil que la fuerza creativa que genera motivación. Por lo tanto, se necesita desarrollar una visión personal y arriesgar.
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