Para la mayoría de los Godínez el empleo es algo sagrado, por lo menos al principio, cuando somos nuevos o acabamos de subir de puesto, pero cuando la emoción pasa y todo se vuelve rutina, toda esa emoción se esfuma y se empiezan a cometer algunos pecados que podrían costarnos un regaño, y en el peor de los casos, la chamba.
Aunque puede ser que la empresa en la que trabajes no sea la mejor y tenga muchas cosas que mejorar, nosotros tampoco lo sabemos todo, ni somos perfectos, sin embargo, los jefes muestran mucha atención hacia algunas actitudes que los Godínez tiene hacia su trabajo y hacia sus compañeros Godínez; aquí te decimos los 7 pecados capitales de los Godínez:
1- No mostrar iniciativa. Es muy común estar motivado y proponer cuando recién entramos al empleo, pero con el tiempo se vuelve una rutina y dejamos de aportar cosas nuevas o mejores, no damos el plus, empezamos a llegar tarde, solo cumplimos sin esforzarnos, terminamos el trabajo y nos ponemos a descansar.
2- No poner atención. Te dejan trabajos y se te olvidan, no te fijas en los detalles, cometes errores, te tienen que repetir las cosas, se te pierden documentos.
3- No ayudar. Piden un voluntario y te haces el que no escucha o el ocupado, eres celoso de tus habilidades y conocimientos, no explicas bien.
4- No actualizarse. Tomas a mal las capacitaciones, crees que porque no es tu área no es necesario aprender de ello, dices: “no puedo” o “no sé”,
5- No conectar. No importa que seas el mejor en tu área si no puedes trabajar en equipo, prefieres hacer las cosas solo, nunca te entienden, eres conflictivo, no asistes a los eventos sociales de la empresa, no regresas el saludo o la sonrisa.
6- No expresar entusiasmo. Cuentas los minutos para salir, cada que te piden algo te molesta, estás enfrente del checador dos minutos antes a la hora de salida, hablas mal de tus jefes o de la empresa, tus temas son pesimistas, llegas cansado y te vas más cansado, solo esperas el día de descanso y el de paga.
7- No tener actitud profesional. Tu lenguaje verbal y corporal no son congruentes o no reflejan tu puesto y carrera, no generas confianza, hablas muy despacio o muy fuerte, tienes muletillas, eres redundante y le das vueltas al asunto, tu vestimenta no refleja tu profesión y puesto.
Si dijiste “Sí” a alguno de estos puntos, es mejor que prestes atención para mejorarlo, ya que podría ser la razón por la cual no te dan ese aumento.