Cobrar la quincena es uno de los placeres en la vida Godínez, que más gustan, porque nos hace sentir bien con nosotros mismos, pero: ¿qué tanto dependemos de nuestro pago para ser felices? Eso es justamente lo que hoy les contaremos.
¿Cuáles son las señales de que somos adictos a nuestro salario?
El subidón: Clínicamente, cuando consumimos alguna sustancia tóxica, nuestro cerebro activa el sistema de recompensas, y da al cuerpo la sensación de alegría; nada fuera de la realidad Godínez, ya que cuando nos pagan, tenemos reacciones similares en nuestro cerebro y, por tanto, le guardamos “amor”.
Otro pase: La farmacodependencia se forma cuando el individuo consume regularmente alguna sustancia, y busca dosis más altas; lo mismo pasa al encontrarnos a mitad de quincena, comenzamos a sentir que no llegamos e iniciamos con la cuenta regresiva, para obtener la siguiente dosis de billetes.
Síndrome de abstinencia: Se le llama así, al conjunto de síntomas que sufre el cuerpo cuando no ha ingerido la sustancia de la que es dependiente; algo complicado de entender, imaginen que no tienen empleo y por tanto no reciben un pago, esto desemboca en sentirnos malos, de diferentes formas, y comenzamos a buscar medios para obtenerlo. Claro, hay gastos por los que preocuparnos, pero hagan a un lado esas obligaciones, e imagen cómo sería su vida sin la quincena.
No la controlas: Sabemos que está mal depender de alguna sustancia, pero es algo que olvidamos cuando ya estamos envueltos en ella; para nuestra vida Godínez vamos a ejemplificarlo así: hacemos planes para comprar y gastar, en torno a nuestro pago, y estamos tan apegados a ello que, cuando no lo tenemos, el mundo se nos cae a pedazos.
Depender de la quincena es parte de nuestra naturaleza, por eso, lo mejor es ahorrar, y con ello evitar algunos de estos síntomas; tener una segunda fuente de ingresos o, incluso, entrar al mundo del emprendimiento, serían algunas opciones.
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