En este espacio dedicado al pensamiento Godínez, hemos hablado, en muchas ocasiones, de aceptar nuestras responsabilidades, del miedo y cómo afrontarlo; hoy no es la excepción –no, no nos estamos quedado sin temas, pero es bueno saber acerca de esto–.

Enlistamos siete frases, que solo quienes tienen lengua de perdedor dicen.

No es justo: Es la frase más repetida por los niños cuando hacen berrinche, y ni ustedes ni nosotros seguimos siendo niños; la justicia no siempre es lo que esperamos y, en muchos casos es relativa, a favor de quien tiene nuestra quincena en sus manos. Háganse responsables y acepten lo que están haciendo mal.

No es mi culpa: Como dicen algunas abuelitas ni vela en el entierro tienes, si el tema del que se habla no es de su incumbencia, no se metan; decir no soy culpable, solo los hará verse más culpables y menos profesionales. Recuerden, en una empresa todos son un equipo y las culpas de uno son de todos.

Eso no me toca a mí: Por segunda vez, les recordamos que ya están grandes de sus piececitos, no se pongan al tiro porque alguien de su equipo de trabajo no hizo algo, o lo hizo mal y terminaron regañados. La responsabilidad es de todos, y decir algo así, solo los hará verse infantiles.

Es que necesitaba…: No, no y no, decir algo en pasado, es solo una forma de excusar su falta de compromiso –o tal vez de memoria-, porque si Carmelita de contabilidad no le pasó la nómina, o Juanito de legal, no les firmó un documento, es porque ustedes no los buscaron a tiempo. Todos tenemos mil cosas que hacer, y ustedes no cumplieron con su trabajo.

Creí que…: Creer en alguien o algo, en estos tiempos, es más difícil que ganarse la lotería, decir: creí que…, es una clara muestra de que no están seguros de sus capacidades o de su trabajo, denota una gran inseguridad. Así que, ¡fájense sus pantalones, amarren sus agujetas y hagan las cosas con seguridad!

Lo intentaré: El gran maestro Jedi, Yoda, dijo: Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes; entonces dejen de tener la intención de hacer las cosas bien, y háganlas como se debe. Al final de todo, decir lo intenté solo minimiza su esfuerzo; de seguir por este camino, siempre serán la segunda opción para todo.

Me da pena: Otra frase de abuelita: pena robar y que te cachen; dejen de sentirse avergonzados por sus errores, o por creer que no tienen la capacidad de hacer tal o cual cosa; están en ese puesto porque su empleador los cree capaces. Lo mejor es estar seguros de lo que podemos hacer, y las cosas irán mejor.

Terminamos dando un discurso motivacional, después de todo, el objetivo de que conozcan estas frases es para que las eviten, y no tengan lengua de perdedor.

@agendagodinez