La vida está compuesta por buenos y malos momentos, de los últimos, los peores son cuando nos rechazan o nos dicen que NO –no, no les vamos a dar consejos de amor–, hablaremos del rechazo en los negocios y el mundo Godínez.
Acomoden su silla, jálense unas papitas y tomen nota de cómo aceptar el NO.
Respira. Cuando nos rechazan de un empleo que ya creíamos nuestro, o una idea que considerábamos excelente, terminamos en estado depresivo y con el orgullo hecho pedazos; tómense un respiro, cuenten hasta tres y piensen en los posibles errores que les hicieron tener ese mal momento, después, consideren las consecuencias de haber sido aceptados. Seguro encuentran una o varias fallas en ese sueño. Tranquilos, recuerden que todo va a estar bien.
Sé humilde. Más de una vez, después de que nos dicen: “no”, pensamos: ellos se lo pierden, una actitud que puede traerles resultados amargos, al intentar curar nuestro lastimado orgullo, con un poco de ego; una mala combinación, porque de ese modo solo lograrán verse ardidos. Guarden sus comentarios para su casa o revisen el punto anterior, acepten que los rechazaron por no tener las capacidades que se esperaban.
Agradece. Si son de los que se atascan en el punto anterior, lo mejor sería leer éste. Al finalizar la entrevista, presentación o cualquiera que sea la situación en la que estaban, den las gracias, sí, así como lo escucharon; una actitud neutra ante quienes los negaron hará notar su profesionalismo. Recuerden que su mamá se pasó años diciéndoles que debían decir: por favor y gracias.
Sé fuerte. Es complicado mantener el ánimo arriba, después de una respuesta negativa, lo más trillado del mundo, –consejo estándar, diríamos nosotros–. Lo mejor para sobrevivir a esto es recordar que, cada caída es una nueva forma de aprender. Salgan a caminar, tómense un tiempo a solas y piensen en aquella frase de abuelita: Las penas con pan son menos –y sí, por qué no, cómanse un pan–.
Aceptemos cuando algo no nos ha salido como lo habíamos planeado, o que a alguien se le ocurrió decirnos que “no”, así es la vida, lo mejor es que lean esto, tantas veces sea necesario.
¿Cómo toman ustedes el rechazo?
Reblogueó esto en Angela Periodista.
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