Todos tenemos el concepto de que un buen trabajador debe estar pegado a su escritorio, durante toda su jornada laboral, sin distraerse, con la vista fija al monitor y manos bien puestas en el teclado.
Hoy les hablamos de una nueva forma de organizar su tiempo, durante las horas de trabajo, con el fin de mejorar su productividad, y de paso relajarse un poco.
Trabajar sin parar por largos periodos, solo reduce nuestra productividad u horas efectivas; aquí es cuando entra aquel término de “horas nalga”, pasar mucho tiempo sentados, intentando trabajar generan eso, las “horas nalga”. De seguir así, solo terminaremos cansados y sin ganas de trabajar al día siguiente.
Tony Schwartz, autor de libros sobre negocios y consultor empresarial, dijo para el New York Times:
“Es mejor trabajar altamente concentrado por periodos cortos de tiempo (con pequeños breaks de por medio), que presionar a la mente por un largo tiempo.”
Schwartz afirma que lo ideal es trabajar por lapsos de 90 minutos; es decir hora y media; con un descanso de 20 minutos entre cada lapso. A esto se le conoce actualmente como “La teoría de Tony Schwartz”, y propone que ese tiempo sea dedicado fielmente al trabajo, sin interrupciones, resultando en actividades bien hechas, y un tiempo realmente productivo.
Además, tendremos la energía suficiente para seguir con todas nuestras actividades, ya que los descansos de 20 minutos son suficientes para recargar las pilas y seguir con la rutina diaria.
El estudio fue realizado en personas destacadas en sus áreas de trabajo, todas con el mismo factor común, trabajando 90 minutos, y dejando claro que este tiempo es ideal para mantener la concentración y aumentar la productividad. La teoría es nueva en el mundo laboral; quienes ya la están aplicando, han visto resultados favorables en corto tiempo.
¿Cuánto tiempo trabajas sin parar?
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