Ser parte del universo Godínez implica convivir con ciertos especímenes que no resultan ser del agrado de todos, sin embargo, coexistimos en el mismo ambiente, así es que nos toca soportarlos.

Hoy hablamos de aquellos Godínez que nadie soporta.

El amargado(a). Es aquella o aquel personaje con look  de los 90’s, de pocos o nulos amigos, que siempre cree tener la razón, a todo le ha de encontrar alguna falla. No, no hablamos del jefe. Y ocupa el mismo cargo desde más de diez años. Si es mujer, es poco agraciada y no se lleva bien con los integrantes más jóvenes, y si es hombre, seguramente tiene el ceño fruncido y todo el tiempo parece usar la misma ropa.

El flojo y hablador. Lo ubicarán fácilmente ya que es la o él que trabaja menos, pero tiene una habilidad especial con las palabras para conseguir que el jefe se fije en todo, menos en su trabajo o desempeño, pero es más despreciado por ser «barbero» o lamebotas; siempre atrás del jefe adulando hasta la más mínima parte de su vida. Seguro que ya saben quien es.

El matado. Hay que dejar en claro existe una gran diferencia entre ser productivo con ser «matado», y radica en la simple habilidad de separar la vida laboral de la personal. La o él matado o matada es aquel que trabaja más, sin que nadie se lo haya pedido, llega más temprano, sin razón o motivo alguno, y por si fuera poco hace alarde de sus acciones, no para llamar la atención del jefe, sino para elevar su ego; por cierto: es raro que tenga amigos.

El soplón. También existe en versión femenina, en cualquiera de sus formas su único trabajo es reportar directamente al jefe todo lo que pase en la oficina, con algunos cambios en la historia original. Estos personajes son fáciles de hallar porque siempre están al tanto de lo que jefe quiere, y muestran poca participación cuando se organiza una fiesta o convivio en la oficina. Y claro, son los menos requeridos en alguna celebración extraoficial.

El vende-todo. Habitualmente es mujer y conoce a todos en la empresa, siempre tiene alguno nuevo que ofrecer; en su cajón, bolsa o mochila, tiene la última edición de algún catálogo. Si no es eso, está organizando alguna tanda o rifa, pero ¿por qué es molesto?, se preguntaran, la incomodidad no radica en la actividad sino en su insistente invitación a comprar, o ser parte de la tanda. Son más necios que un limpiaparabrisas.

¿Qué otro Godínez insoportable conoces?

@agendagodinez