Estoy seguro de que esto es algo que les ha pasado: estar en el metro y percibir un aroma entre sudor, mugre y ropa húmeda. ¿Qué podría ser peor? Que la persona poseedora de tan sutil fragancia esté a milímetros de ti. Personalmente no sé qué es peor, lo que acabo de describir o la misma situación pero que la persona no se haya bañado y para disimular se vaciara el frasco entero del perfume más asqueroso y nefasto que pudo haber encontrado.
No es por ser payaso ni ridículo (o tal vez solo un poco) pero a mí hasta me duele la cabeza cuando hay personas que usan esos perfumes tan llamativos y desagradables cerca de mí por mucho tiempo. Y ¿saben qué puede ser aún peor que esto? Al menos para mí, que quien sea dueño del olor sea un compañero de trabajo que se sienta junto a mí, sinceramente a mí los malos aromas hasta me transforman: me duele la cabeza, ando asqueado, me mareo, me dan ganas de golpear a todos, en fin, eso me gano por tener buen olfato, sin presumir.
Sinceramente, nuestro aroma también forma parte de nuestra carta de presentación y habla sobre nuestros gustos, bien o mal, porque eso ya depende de nosotros. Y la verdad es que no todos pueden tener tan buen gusto como yo, así que por eso les voy a dar unas recomendaciones para que no sean esa persona que apesta toda la oficina a perfume y hace que sus compañeros quieran vomitar.
Para mujeres:
- Benetton Live Free
- CK One Red For her
- Ange Ou Démon Le Parfum de Givenchy
Para hombres:
- The Golden Secret de Antonio Banderas
- Sport Code de Giorgio Armani
- One Million de Paco Rabanne
Espero que tomen en cuenta mis consejos, seguramente sus colegas lo apreciarán mucho, de eso estoy más que seguro. Dejen atrás esa fama de tener malos gustos para los perfumes y conviértanse en esa persona que huele delicioso con quien todos quieren estar, o bueno, al menos de quien no se quieran alejar por cómo huele.