Los avances tecnológicos están por todos lados y han creado nuevas oportunidades de negocios, mismas que han cambiado la forma en que las empresas se desenvuelven. Esto, a nosotros los Godínez, nos ha cambiado la vida, pasando de las oficinas tradicionales con grandes edificios a tener una en nuestra propia casa, y desde nuestra computadora (HomeWorking).
¿Por qué no compararlas? Lo hicimos y esto fue lo que encontramos.
Menos dinero más negocios: Comenzar un negocio no es nada barato, y tener una oficina física implica la renta de un espacio, comprar muebles, equipo de cómputo, artículos de oficina, etcétera. En comparación con una oficina virtual, los costos son menores y pueden hacerla en su propio cuarto. Punto para la oficina virtual.
Entorno: Seguro trabajar en nuestra propia casa, tendrá algunos contratiempos, como distracciones que disminuirán nuestro rendimiento, habrá más errores y claro, menos concentración; el ambiente de una empresa con una oficina física nos hace ser más responsables sobre nuestras actividades, con más y mejores resultados. Punto para la oficina tradicional.
Horarios: El tiempo es oro cuando de negocios se trata. Trabajar desde casa, evitará los traslados, tráfico, estrés, y demás cosas que los Godínez sufrimos, además que será una oficina 24/7, es decir que podremos trabajar el tiempo que necesitemos, sin problemas; por otro lado, en una oficina tradicional tenemos un horario establecido y pagan horas extra. Esto es un empate.
Adaptabilidad: Trabajar desde casa puede no ser buena idea, si son personas que se distraen con facilidad; cómo dijimos antes, es una gran desventaja, además de que estarán sujetos a resolver sus propios problemas técnicos (fallas en tu computadora, Internet y demás), en el caso de las oficinas físicas habrá quien esté dedicado a resolver problemas; el ambiente los obligará a ser más responsables y profesionales. Punto para las tradicionales.
Espacio: Está claro que cada uno trabaja a su propio ritmo, y que cada quien sabe cómo funciona su mundo. Una oficina virtual puede ser más difícil de controlar, ya que el espacio en el que trabajaremos puede ser de uso común; aun así, es más sencillo establecernos y encontrar un lugar correcto para trabajar, en el que nos sentiremos más a gusto; ahora bien, en el caso de las oficinas comunes, los espacios están designados para un uso específico, y todo tiene un orden. Punto para las virtuales.
Y para ustedes: ¿cuál es mejor?
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